jueves, 27 de octubre de 2011

El último vampiro (por Piotr)

Se  acerca el Halloween. Es una fiesta que se celebra principalmente en Estados Unidos  en la noche del 31 de octubre. En España, desde unos años, también se celebra esta fiesta.  Los niños se disfrazan para la ocasión (brujas, fantasmas, esqueletos…) y pasean por las calles de puerta en puerta pidiendo dulces.  Y yo inventé esta historia:

El último vampiro 
Había una vez un último  vampiro que se llamaba Wilson. Al día era buen hombre, pero siempre en cuando llegaba la medianoche se convertía en un vampiro y chupaba la sangre. Todos tenían  miedo de salir de casa por la noche. Cada día Wilson estaba tristísimo. Tenía un hijo, que se llamaba Tomás. Era un niño muy listo y quería ayudarle.
En el pueblo vivía un hombre muy viejo y muy sabio. Le dijo a Tomás:  si tu padre a medianoche chupe en lugar de la sangre zumo de frutas, va a transformarse en un hombre. En cuanto Tomás volvió a casa hizo una marioneta de frutas: una cabeza de sandía, un nariz de zanahoria y ojos de ciruelas. La dejó  en la cama.  Y efectivamente, cuando su padre vampiro apareció, se abalanzó a la marioneta de frutas, clavó los dientes en la sandía y chupó el zumo de frutas.  Desde entonces Wilson era una persona como los demás,  nunca se convirtió en vampiro y vivieron juntos muchos años y fueron felices.
Feliz Halloween! Uuuuu……

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